La cirugía de implantación de lentes intraoculares (lentes fáquicas, habitualmente tipo ICL®), sin sustitución del cristalino, se ha convertido en una excelente opción para la corrección de problemas de refracción, para aquellos pacientes que aún no presentan signos de presbicia, que presentan una alta graduación o bien porque no pueden ser intervenidos con láser debido a que su córnea no lo admite (córneas delgadas, alteraciones topográficas) o en algunos casos por las características de su ojo.
Algunas características que podemos destacar es que estas lentes están fabricadas de un material flexible y suave llamado colámero. Se fabrican específicamente para cada persona y para cada ojo y permiten corregir varios defectos de la vista en un solo procedimiento.
Estas lentes presentan una excelente predictibilidad en los resultados, ya que no dependen de la cicatrización y otorgan una extraordinaria calidad visual a los pacientes y pueden corregir hasta 10 dioptrías de hipermetropía, 18 dioptrías de miopía y 6 dioptrías de astigmatismo aislado o combinado con otros defectos refractivos.
También cabe mencionar que se colocan delante del cristalino y detrás del iris sin alterar la estructura del ojo. Debido a esto, en caso de que fuera necesario, se pueden retirar o cambiar, ya que este procedimiento es reversible.
Antes de la cirugía se realizarán una serie de pruebas optométricas y oftalmológicas para determinar si es conveniente o no realizar la cirugía. La exploración completa debe incluir entre otras:
Se podrán realizar otras pruebas en caso de que el médico lo considere conveniente.
La intervención se realiza con anestesia tópica (gotas) y de forma ambulatoria, a través de una microincisión. Durante la cirugía el cirujano inyectará la lente por delante del cristalino y detrás del iris, dentro de un espacio denominado cámara posterior, donde su función será similar a una lente de contacto, pero con la ventaja de ser invisible y no producir molestias salvo, en muy raras ocasiones.
La cirugía no requiere puntos y tendrá una duración de 10 minutos. Generalmente, la operación puede realizarse en ambos ojos en el mismo acto quirúrgico, siguiendo el protocolo especial de seguridad de cirugía binocular.
El paciente podrá marcharse a su casa después de la intervención y la recuperación visual será muy rápida. Después de la cirugía el equipo del Instituto Ocular Marcos realizará un seguimiento de la situación del paciente, para controlar que todo evolucione favorablemente.
Tras la exploración completa, serán nuestros especialistas en cirugía refractiva los que decidirán la técnica de elección: ICL o lensectomía refractiva con lente intraocular monofocal, bifocal o trifocal.
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