Cuando hablamos de heterocromía del iris nos referimos a aquellas personas o animales cuyos ojos muestran distintos colores entre sí. Esta anomalía cromática no es muy habitual, y se estima que sólo se da en el 1% de los seres humanos a nivel mundial.
Pero, ¿qué causas pueden hacer que nuestro iris tenga o adquiera un color distinto? A continuación, te contamos todo lo que hay que saber sobre los distintos tipos de heterocromía así como las causas asociadas a cada uno de ellos.
¿En qué consiste la heterocromía del iris?
En primer lugar, es importante saber qué es exactamente la heterocromía del iris. El iris es una parte del ojo en la que la acumulación y distribución de un pigmento presente en nuestro organismo, la melanina, determina que el ojo adquiera un color u otro. De esta forma, lo oscuro que sea el color de nuestro iris guarda una relación directamente proporcional a la cantidad de pigmento que tenga.
Sin embargo, esta pigmentación en ocasiones no es uniforme, y en función de cómo se produce podemos pasar a descubrir qué tipos de heterocromía del iris existen y por qué aparecen. Concretamente, vamos a exponer 2 clasificaciones: las heterocromías que se distinguen en función de su origen genético o adquirido, y las que se diferencian por cómo se distribuye el color en el iris.
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Tipos de heterocromía del iris según su origen
Según su origen genético o no, las heterocromías del iris se clasifican en:
- Heterocromía congénita: Son aquellas presentes desde el nacimiento, o que se desarrollan en los primeros momentos tras el mismo.
- Heterocromía adquirida: Como su nombre indica, son aquellas que aparecen en edades más avanzadas y suelen ser signo de algún evento patológico o agente externo.
En general, las heterocromías no se asocian a alteraciones visuales, pero sí pueden indicar algunas patologías en función de cuál sea su causa.
Causas posibles de la heterocromía del iris congénita
El principal porcentaje de heterocromías del iris son de origen genético y, a veces, pueden ser signo de haber heredado algún síndrome o enfermedad. Las causas genéticas más frecuentes en este sentido son:
- Síndrome de Waardenburg: Este síndrome genético se caracteriza por provocar sordera además de afectaciones faciales como pueden ser cambio del color de piel, pelo e iris.
- Piebaldismo: Este caso, a diferencia del anterior, no afecta a la audición, pero sí provoca alteraciones en la pigmentación en tórax, cara, ojos y pelo. Es un síndrome de herencia dominante que provoca deficiencia de melanocitos, las células responsables de la pigmentación.
- Atrofia hemifacial: De carácter progresivo, esta extraña enfermedad se identifica porque los tejidos blandos de la cara y la piel se van deteriorando sólo en uno de sus lados.
- Esclerosis tuberosa: Esta enfermedad que es propia de la infancia provoca tumores de carácter benigno que pueden afectar a los ojos (además de otros órganos), provocando una heterocromía.
- Síndrome de Horner: Esta enfermedad neurológica viene provocada por una lesión en la vía que conecta el hipotálamo con el ojo y, además de poder provocar diferencia de colores entre ambos iris, se caracteriza por un tamaño de las pupilas notablemente desigual.
- Neurofibromatosis I: Este tipo de neurofibromatosis es una alteración hereditaria que provoca el desarrollo de tumores en el tejido nervioso de piel, cerebro y médula espinal. Estos provocan alteraciones en la melanina que modifican el color de iris y piel.
- Enfermedad de Hirschsprung: Este trastorno del intestino grueso que dificulta la defecación está asociado con la menor capacidad de pigmentación del iris, lo que provoca heterocromía desde el nacimiento.
Además de estas, existen otras causas genéticas asociadas a la heterocromía del iris, la cual, como se ha mencionado, no suele provocar defectos en la visión.
Causas posibles de la heterocromía del iris adquirida
Una vez analizadas estos motivos, podemos pasar a enumerar las causas más frecuentes de heterocromía del iris adquirida, es decir, causada por alguna enfermedad adquirida tras el nacimiento o algún agente externo:
- Traumatismo: Un trauma, es decir, un golpe en el ojo, puede provocar una modificación del color del iris por la atrofia que el impacto provoca. Esta es la causa de una de las heterocromías más conocidas de todos los tiempos: la del cantante David Bowie.
- Sangre en la cámara anterior del ojo: Normalmente a consecuencia de un traumatismo puede acumularse sangre que, al descomponerse, deje depósitos de hierro en el iris, provocando un cambio de color. Lo mismo puede ocurrir ante la presencia de un cuerpo extraño en el interior del ojo.
- Colirios para combatir el glaucoma: Algunos colirios recetados habitualmente para enfermedades como el glaucoma poseen componentes que estimulan la actividad de la melanina, lo que, por lo tanto, provoca que el iris se vaya volviendo más oscuro.
- Quistes y tumores: Tanto los quistes oculares como algunos tumores, principalmente benignos pero también malignos, como el melanoma, pueden provocar cambios en la coloración del iris.
- Glaucoma: Un tipo de glaucoma denominado neovascular provoca extrañas anomalías en la retina, y también en el iris. Su nombre se debe a que provoca la nueva creación de vasos sanguíneos en el ojo.
- Síndrome del ectropión del iris: Una modificación en la orientación antero-posterior del iris a través de la pupila provoca que se aprecien cambios de coloración.
Además de estas causas, existen otros motivos de heterocromía adquirida menos frecuentes, como la asociada a cataratas en pacientes jóvenes.
Tipos de heterocromía según el área de coloración del iris
Además de los tipos de heterocromía que acabamos de analizar, existe también una clasificación que distingue los casos en función de la forma en que se comporta la coloración:
- Heterocromía total: Como su nombre indica, en estos casos cada iris presenta un color distinto al otro por completo. Es decir, un ojo es, por ejemplo, completamente marrón y otro completamente verde. Seguro que has visto este tipo de alteración cromática en animales domésticos, en los que es relativamente frecuente.
- Heterocromía central: Este es el cambio de coloración del iris más frecuente en los seres humanos. Se da cuando se distingue un cambio de color entre la parte más cercana a la pupila del iris y su área periférica.
- Heterocromía parcial: Por último, encontramos la heterocromía parcial, que se da cuando aparecen varios colores en distintas zonas del iris, sin respetar la distribución expresada en la central.
En cualquier caso, ningún tipo de heterocromía suele tener afectación más allá de la apariencia de los ojos. Pero, a pesar de ser asintomáticas, sí pueden ser signo, como se ha expuesto anteriormente, de enfermedades que sí tienen sus propias consecuencias que se deben tratar en el organismo.
Por tanto, en caso de aparecer una heterocromía del iris, lo más recomendable es acudir al mejor equipo de oftalmólogos en Málaga y estudiar las posibles causas de esta alteración cromática. En cualquier caso, con esta información esperamos haber sido de ayuda para entender mejor la heterocromía del iris así como sus tipos y posibles causas.